El problema del Paro en el mercado de vivienda
5 enero 2011

Es complicado encontrar todos los factores que han ocasionado la actual crisis económica. Uno de los aspectos, por todos conocido es la explosión de la reciente burbuja inmobiliaria y el leve ajuste de precios que se está realizando en el mercado de la vivienda. La propia crisis del ladrillo, por otra parte, ha producido un segundo factor, que es el exceso de trabajadores para un sector que ahora no los necesita, y muchos de los que antes trabajaban en el sector de la construcción, ahora han quedado en el paro. Si a esto unimos la crisis financiera y de confianza que está sufriendo actualmente España, tenemos un panorama bastante complicado, que ha afectado a sectores que nada tienen que ver con la construcción, pero que se han visto afectados por la contracción generalizada en el consumo.

No nos engañemos, el principal problema que nos encontramos actualmente es el Paro de más de cuatro millones de personas, y todo lo que ello supone: miedo, posiciones mucho más conservadoras que en otra situación y disminución de las operaciones comerciales de todo tipo, incluso en el mercado inmobiliario. Si deseamos encontrar un principio de solución a la crisis, debemos buscarla en la disminución del paro -bien favoreciendo la contratación, bien ayudando a la creación de empresas o la autocontratación- paulatina y segura.

Os dejo a continuación un análisis que he encontrado en Real Estate Press sobre este mismo tema:

Dada la situación del mercado del trabajo, es lógico suponer que los precios de las viviendas  caigan de nuevo en 2011, y lo harán en distinto grado según zonas. El mercado de la vivienda necesita del crecimiento del empleo.

En primer lugar, ¿quién va a comprar una casa, cuando no está seguro si mantendrá su  puesto de trabajo dentro de seis meses y, más aún, si  parece que el precio de aquello que quiere comprar  tiende a caer?

Un mercado de trabajo, tan débil como el que padecemos,  significa que, cuantos más propietarios de vivienda haya,  mayor es el riesgo de que se incremente  el número de aquellos  que se retrasan en sus pagos, sufran el embargo correspondiente, y su vivienda vuelva al mercado a un precio inferior. Las ejecuciones hipotecarias se espera que sigan aumentando a lo largo de 2011.

Hasta ahora, los bancos españoles no han accedido a las pretensiones de los fondos de oportunidad o fondos buitre, que realizan ofertas para  comprar a granel, tanto inmuebles como los  préstamos que garantizan, con descuentos del 60 por ciento, para ponerlos de nuevo en el mercado reservándose  un margen, dentro la gran holgura de que disponen, pero contribuyendo a que los precios caigan. En determinadas circunstancias a los prestamistas les puede convenir vender el activo por menos de la cantidad adeudada.

El Gobierno ha eliminado la  desgravación por compra de la vivienda principal para aquellas rentas que superen los 24.100 euros anuales y, aunque los tipos de interés están bajos, su influencia sobre el mercado residencial es escasa, al mantenerse el crédito muy restringido.

Hasta que no se recupere el empleo y los precios de la vivienda se sitúen en 4,5 veces el salario medio anual, el mercado residencial no se recuperará.