La compra de vivienda para uso residencial en 2014 fue mayor que el de inversión
28 abril 2015
El Colegio de Registradores publicó ayer el Anuario inmobiliario de 2014 en el que se refleja que las compras de viviendas efectuadas por familias (personas físicas) representaron el 84,72% de todas las operaciones realizadas el pasado ejercicio. De esta forma, se produjo un importante repunte en dicho porcentaje, ya que un año antes representaron el 78,07% del total. Por su parte, las empresas o personas jurídicas coparon el 15,28% restante de las transacciones, perdiendo peso en el mercado por primera vez en los últimos cuatro años, ya que en 2013 llegaron a protagonizar una quinta parte de todas las ventas (el 21,93% del total). Sin embargo, y a pesar de este primer descenso, su peso sobre el total de las  operaciones en 2014 supuso triplicar el volumen que tenían antes de la crisis, en 2007, cuando las empresas apenas compraban y vendían el 5,11% de todas las viviendas que cambiaban de propietario. Los datos que figuran en el anuario concluyen quela distribución de las compraventas entre personas físicas y jurídicas no fue homogénea. Canarias, Baleares y Andalucía fueron las regiones donde las
empresas registraron un mayor protagonismo en la compraventa de casas, mientras que País Vasco, Extremadura y Asturias fueron los territorios donde los particulares coparon la mayor parte de las
transacciones.
 
Otro de los datos que ofrece esta estadística es el relativo a analizar qué uso se le otorga a la vivienda. A través del tiempo medio de posesión de cada inmueble que se compra (entendiendo como tal el número de años que se mantiene con cada propietario) se puede dirimir si la utilización de dicha vivienda es más como un bien de inversión o como residencia. De hecho, en plena burbuja Hacienda trató de frenar las compraventas meramente especulativas que solo buscaban cobrar las elevadas plusvalías que entonces llegaron a generarse. Para ello, estableció que un periodo de posesión inferior a cinco años podía ser considerado como especulativo, después no fue más allá porque, en su opinión, nada se pudo hacer.
Pues bien, las compraventas con periodo de posesión superior a cinco años han pasado del 43,7% e
n 2007 al 75,85% del total el año pasado. Quiere esto decir, que en plena burbuja el grado de rotación de las casas era tal, que más de la mitad de las viviendas vendidas (el 56,3%) lo hacían contando con menos de cinco años de antigüedad con el mismo propietario. Ahora, estas últimas, consideradas las más especulativas, apenas son una de cada cuatro (el 24,15%). La irrupción de la crisis y la dificultad para vender muchos inmuebles explica que se haya pasado de un plazo medio de posesión de siete años y
cuatro meses a 11,4 años, un 54,09% más.
 
(Cinco Días Página 31. 4 medias columnas)