La familia Carbonell se deshace de la mitad del Centro Comercial Puerto Venecia de Zaragoza
16 diciembre 2010

La familia Carbonell, fundadores y propietarios Copcisa Corporación, holding empresarial con intereses en la construcción, inmobiliario, energía y consumo, han decidido deshacerse de la mitad de Puerto Venecia.

Después de cuatro años al frente del proyecto, las urgencias financieras del grupo han obligado a la saga empresarial catalana a vender activos, urgidos por las condiciones impuestas por sus prestamistas

Para esta operación, la familia Carbonell, que controla junto a un grupo de inversores privados un 50por ciento de Puerto Venecia a través de la promotora Retail Parks, ha contratado a la consultora inmobiliaria Cushman & Wakefield la organización del proceso de venta, que se está dirigiendo desde Londres, según fuentes del sector. Por su parte, desde el grupo Copcisa reconocen que "la operación no está aún cerrada" y que "todavía hay muchos flecos sin concretar". De hecho, "no hay un calendario fijado y puede no culminarse", en el caso de que las ofertas no sean atractivas.

Desde el año pasado, Copcisa Corp se encuentra en un proceso de venta de activos no estratégicos. Sólo durante el último semestre de 2009 obtuvo ingresos por valor de 100 millones de euros, cantidad que esperaba repetir durante este ejercicio, fruto de los compromisos alcanzados con sus bancos acreedores, liderados por el Sabadell, para refinanciar 212 millones de deuda. Sus desinversiones comenzaron ya en 2008 para cancelar compromisos financieros y continúan, como otras muchas constructoras que diversificaron su actividad a campos como el de la energía.

Por las características del activo, los potenciales inversores que estudian la operación son fondos inmobiliarios oportunistas, muchos de los cuales ya han realizado sus primeras inversiones en territorio español durante los dos últimos años. Es el caso de Orion, Colony, Cerberus, Drago, RREEF, Area o Carlyle, protagonistas desde que el mercado del ladrillo marcó el principio del fin de su época dorada. Desde entonces, las necesidades financieras de los promotores y la rigidez de los bancos han ido marcado el tempo de las operaciones de venta que han tenido lugar.

En el caso de Puerto Venecia, la familia Carbonell y el resto de socios que controlan hasta el 50 por ciento del proyecto han decidido descolgarse de la aventura comercial que compartían con British Land. El gigante inmobiliario británico, uno de los conglomerados europeos más importantes, con más de 20.000 millones de euros  en activos bajo gestión, entró en el proyecto en mayo de 2006 tras aportar cerca de 300 millones para hacerse con la mitad de Eurofund Investments Zaragoza, la sociedad con la que se relanzó un plan que llevaba en marcha desde el año 2000.