Puede que la Calle Alfonso I sea el equivalente en Zaragoza a la conocida Calle Preciados de Madrid, es decir, estamos hablando de una de las calles céntricas más transitadas de la ciudad. Es una calle relativamente reciente, puesto que hasta finales del Siglo XIX no fue creada, pero desde sus inicios ya dejó bien claro que es una de las calles donde muchas de las familias adineradas se alojarían. Actualmente, queda poco de aquellas familias, y en mayoritariamente lo que alojan los edificios de la calle son oficinas de todo tipo. Su reciente peatonalización, y su localización tan céntrica ha favorecido que los locales comerciales de la calle sean de los más buscados y con gran valor inmobiliario dentro de la ciudad de Zaragoza.

El monarca que pone nombre a dicha calle es Alfonso I el Batallador, rey de Aragón que en el año 1118 logró la reconquista de la ciudad para el Reino de Aragón. Tuvo un corto matrimonio con Doña Urraca, lo que le convirtió durante unos años en el "Emperador de León y rey de toda España". Posiblemente la importancia histórica de este personaje fuera tan grande y tan efímera que actualmente no haya logrado calar en la cultura popular de los ciudadanos.

Esta calle tiene su inicio en el Coso Zaragozano y termina en la Plaza del Pilar, por lo que pasear por esta calle supone disfrutar de las vistas a la Basílica del Pilar. Los turistas que visitan la ciudad bien lo saben, y se suele usar de camino para llegar a la Plaza del Pilar, de la misma forma que ocurre en la Ofrenda de Flores que se realiza a la Virgen el Día del Pilar.

Los locales, en gran medida están ocupados por tiendas de moda (curiosamente, muchos de ellos de vestidos de boda) y algún comercio hostelero. Además de estos, podemos encontrar alguna longeva administración de lotería y tiendas de recuerdos que hacen las delicias del turista ocasional. Los edificios que alojan dichos locales son lujosos y majestuosos, lo que incide más aún en la categoría de esta calle dentro de la ciudad, que cada pocos metros es cruzada por una calle que nos da paso, entre otros, al Tubo. Las diferentes franquicias de moda y productos relacionados con el turismo también tienen cabida en esta calle, que por otro lado todavía conserva algunos negocios que mantienen el diseño clásico de algunos comercios zaragozanos de varias generaciones.

Esta calle tradicionalmente ha sido considerada de alto nivel por su situación céntrica, y durante los últimos tiempos ha desarrollado rehabilitaciones de edificios de viviendas, mejorando tanto sus exteriores como el interior de los pisos. Además del uso residencial, también podemos encontrar multitud de pisos de uso turístico, junto con oficinas de todo tipo de profesionales. Si nos referimos a los locales comerciales, es posible encontrar tanto empresas internacionales del textil, como comercios de toda la vida que se dedican a productos de delicatessen o de otro tipo, teniendo un gran interés comercial dentro de la ciudad, solo superado por el Paseo Independencia.

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