Las claves para entender el nuevo ciclo inmobiliario
19 diciembre 2014
evolucion inmobiliaria
A la hora de resumir lo que ha dado de sí 2014 desde el punto de vista del mercado residencial, se puede asegurar que las previsiones se han cumplido y ya se han comenzado a sentar las bases de lo que será el nuevo ciclo inmobiliario. Pero la estabilización del sector está aún distante, pues se parte casi de cero. La realidad es que 2014 será el primer año que cierre con datos en positivo desde que la crisis se desató en 2007.
Uno de los más significativos es la inversión en vivienda, que repuntó en el tercer trimestre un 1,34%, primera subida en siete cursos. Además, tanto las ventas como la producción de casas y la concesión de hipotecas volverán al signo positivo. Y los precios, en continuo desplome desde 2008, dan muestras del final de su ajuste, arrojando incluso tímidas subidas, según el organismo que dé la estadística. Es precisamente el enorme ajuste de los precios de los activos inmobiliarios una de las bases en las que se asienta la reactivación del ciclo inmobiliario. La percepción de que las rebajas tocan a su fin ha hecho que a lo largo de este año muchos ciudadanos se decidan a comprar vivienda tras mucho tiempo de espera y otros tantos operadores se hayan aventurado a iniciar proyectos residenciales para satisfacer a esta demanda. Estas nuevas promociones arrancan en lugares sin apenas oferta de casas a estrenar y en los que la demanda es solvente, por su nivel de renta y por su posibilidad de acceso al crédito. Además estos compradores perciben que en la zona en la que quieren comprar ha llegado el final de las rebajas.
Aunque cuando se habla de precios hay que recordar que el final del ajuste va y continuará yendo por zonas. Y es que es otra de las bases sobre la que se inicia el nuevo ciclo es la existencia de un mercado muy polarizado entre el ritmo que marca Madrid ?a la cabeza destacada de esta recuperación?, Barcelona y algunas localizaciones muy concretas de playa-concentradas en torno a la Costa del Sol, la Costa Blanca y las islas, principalmente?y el resto de España.
Otra de las pistas que deja 2014 sobre cómo va a ser el negocio residencial en los próximos años pasa por los actores que están protagonizando la reactivación de la construcción de viviendas. Un panorama en el que conviven los pocos promotores clásicos que quedan en activo con gestoras de cooperativas, bancos y, más recientemente, fondos de inversión.
La actividad, que se refleja en un aumento de los visados de obra nueva del 5,4% en el tercer trimestre con respecto al mismo periodo 2013, sitúa a 2014 como el primer ejercicio en el que la producción de vivienda va a crecer anualmente desde 2006 y anticipa cómo se va a configurar el sector en esta nueva etapa: proyectos pensados y diseñados al detalle, con el foco puesto en las necesidades reales del cliente y muy alejados de los que se hicieron en los últimos del boom.
Además, las exigencias del sector financiero y, más si cabe, de los fondos de inversión en criterios de riesgo y rentabilidad a la hora de aportar crédito obligan a todo operador que quiera participar
en el negocio a cumplir unos requisitos técnicos y financieros muy sofisticados.
Si el ajuste de precios es uno de los pilares en los que se sustenta este nuevo ciclo inmobiliario, la vuelta de la financiación es el otro, igual de indispensable. 2014 ha sido el año de la vuelta de las hipotecas. Una apertura del crédito muy condicionada, eso sí, a la solvencia y el nivel de ingresos del comprador, por el lado de los particulares, y a la viabilidad del proyecto y a la situación financiera de la compañía, en el caso de los promotores. Respecto a las hipotecas para el
comprador final, este año ha sido el primero desde que se inició la crisis en la que los bancos han librado una batalla comercial para captar buenos clientes. Esta competencia que ha hecho que los diferenciales que gravan los préstamos hayan pasado de superar el 4% a bajar, en la mayoría de los casos, del 2%, llegando a alcanzar incluso el 1% cuando la vinculación que contrata el cliente es muy alta.
(El Mundo. Suplemento Su Vivienda, Primera página, Páginas 2 y 3)