La utilización del euríbor en los nuevos préstamos para compra de inmuebles disminuyó en
más de tres puntos porcentuales en 2012 (del 89,1% al 85,9%) con respecto a 2011, cuando también se redujo ligeramente su hegemonía, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Con el euríbor en niveles mínimos - cerró marzo en el 0,545%- y apuntando a la baja, la banca estaría abriendo la puerta al IRPH, que cotiza por encima del 3%. Este indicador ya está presente en más del 4% de los nuevos préstamos variables para comprar casa. Una situación muy diferente vive el IRS que, pese a postularse como el gran sustituto del euríbor y ser demandado por la banca, apenas se comercializa. Aunque todo apunta a que el IRS está tomando posiciones de cara al medio plazo. Si históricamente
ha cotizado ligeramente por encima del euríbor, desde su puesta de largo oficial comenzó a marcar distancias hacia arriba. Ha pasado de estar casi a la misma altura a, prácticamente, doblarlo. En su tasa de marzo marcó 0,915%. Además, mostrando una cara volátil ya que venía del 1,083% en febrero.
Para la Asociación Hipotecaria Española (AHE), la pérdida de terreno del euríbor respecto a otros indicadores se debe al bajo número de hipotecas que se conceden y que condiciona de manera importante los datos. “No hay una apuesta general por el IRPH, pero basta con que dos o tres entidades decidan aplicarlo para alterar la estadística, presa de una actividad del mercado bajo mínimos”, afirma Lorena Mullor, gerente de la AHE. Pero insiste en que “el euríbor sigue siendo el más utilizado y no hay ninguna intención de sustituirlo y, desde luego, no asistimos al principio de su fin”.
Alaba la posición del Banco de España de intentar fomentar otros índices. En su opinión, “el objetivo no es desbancar al euríbor, sino hacer una cartera más diversificada”.
Una versión muy diferente tiene la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios (Ausbanc). “El IRPH supone una mayor retribución para los bancos porque cotiza 2,5 puntos por encima del euríbor. Con este índice, las cuotas hipotecarias a pagar son más altas e incluso lleva un diferencial”, señala Alfredo Martínez, delegado y miembro de los servicios jurídicos de este colectivo de consumidores. “Además, el IRPH es menos dado a las oscilaciones a la baja y mucho más estable”. “De ahí que se esté produciendo una desaceleración de la imposición del euríbor por parte de los bancos”. En la misma línea se posiciona Olivia Feldman, cofundadora de HelpMyCash.com: “A los bancos les interesa colocar el IRPH dado que el euríbor está muy bajo y que no les salen los números. Sobre todo, teniendo en cuenta que el sector bancario ha pasado meses sin conseguir financiarse por debajo del 4%, ni desde el mercado ni desde clientes”. Feldman confirma las estadísticas del INE: “Cada vez se ofertan menos hipotecas referenciadas al euríbor”. En cuanto al IRS, admite no tener noticias de una sola hipoteca que lo incluya. “Quizá es porque cotiza a un interés más bajo del que se esperaba”, alega.
Sobre quién tiene la última palabra al seleccionar el índice hay un choque frontal entre las fuentes consultadas.
Martínez comenta que “Teóricamente, es fruto de una negociación”, aunque asegura que “no es así”. “Con el grifo del crédito sellado y sin visos de abrirse, una entidad oferta su producto y el cliente lo toma o deja. No hay más. Ningún banco muestra entusiasmo en conceder hipotecas e impone su índice”, explica el responsable de Ausbanc.
Desde HelpMyCash.com se da la misma respuesta, aunque Feldman también puntualiza que a veces el banco hace una doble oferta, “pero con distinto diferencial, claro”. “Por ejemplo, el cliente puede elegir entre un euríbor +2,5% y un IRPH +0,5%”. Es decir, en ambos casos, el interés final supera el 3%. Mullor contradice a Martínez y a Feldman al manifestar de modo rotundo que “el índice se negocia”. Recuerda que “los bancos suelen tener préstamos estrella con un índice concreto y, videntemente, estos productos se ofrecen bajo unas condiciones cerradas y el tema del índice cuesta mucho cambiarlo”. “Si se quiere un indicador concreto, basta con pedirlo y la entidad le informará del tipo de oferta que tiene”, asegura.
Mirando al presente, la AHE defiende que “la situación no está para grandes innovaciones”, pero pensando en el futuro no descarta cambios. “Tenemos que aprender mucho de esta crisis y ver cómo se puede mejorar el mercado a bastantes años vista. Habrá que hacer, en un tiempo considerable, una buena revisión de lo que funciona y de lo que no. Siempre se puede pensar en otro índice o en potenciar el tipo fijo con otro mecanismo para que el mercado sea más sano”, apunta Mullor. “No son objetivos en el corto ni medio plazo”, insiste.
“Este tema siempre nos ha preocupado y, por todo ello, desde la AHE abogamos por préstamos más diversificados, en el que no asuma tanto riesgo el prestatario, que suele decantarse por el interés variable, el que le permite pagar lo mínimo”, comenta Mullor, que no se decanta por ninguna modalidad. “En Francia y Alemania les gusta el tipo fijo”, señala. En cuanto al mejor índice para el prestatario, tanto Martínez como Feldman apuestan sin dudarlo por el euríbor.
Respecto a su evolución, todo indica que se mantendrá en niveles bajos. “En el corto y medio plazo, los hipotecados con euríbor no deben preocuparse ya que el precio del dinero, marcado por el BCE en 0,75% y condicionante directo del euríbor, parece que vivirá pocas alteraciones. En el peor de los casos, subiría un cuarto o medio punto y eso en términos de incidencia es muy poco”, pronostica Mullor. Hacia la misma dirección mira Feldman: “el euríbor tiene una relación directa con los tipos fijados por el BCE y los analistas esperan que estos caigan al 0,5% en mayo, lo que se traduciría en una cotización del indicador por debajo de esa cota”. “Lo normal es que el euríbor siga como está a un año vista y que continúe bajo aunque la economía europea mejore. Un incremento hasta el 1,5% podría calificarse de subida espectacular”, afirma Martínez, que tiene claro que el IRPH será el gran protagonista en las nuevas hipotecas durante los próximos años.
Este amplio reportaje incluye un artículo de opinión de Julio Rodríguez López, vocal del Consejo Superior de Estadística del INE y miembro del colectivo Economistas frente a la crisis, titulado “No existe un índice ideal”.