El mercado inmobiliario afronta 2015 como un año crucial en el que se podría confirmar la recuperación, en líneas generales, de la vivienda. El año pasado el sector inició tímidamente una senda ascendente en la que aún se percibe una significativa fragmentación de la oferta, ya sea por su localización o por su tipología. Así, por ejemplo, durante los últimos trimestres el importe de los inmuebles se ha estabilizado en comparación con las profundas caídas de los ejercicios anteriores, aunque los resultados difieren dependiendo de las comunidades autónomas: mientras que zonas como Madrid y Cantabria los precios ya se situaron en terreno positivo de julio a septiembre (con un 2,8% y un 2% de incremento, respectivamente), en regiones costeras y fuera de los núcleos urbanos el desplome no parece haber tocado suelo, cosa que podría cambiar a lo largo de este año.
Desde el estallido de la crisis inmobiliaria en 2008, la media de los precios se ha situado en terreno negativo –en comparación interanual– de manera ininterrumpida hasta el segundo trimestre del año pasado. Los analistas consultados creen que esta tendencia se mantendrá durante los próximos meses. Y lo más importante: a la espera de los datos de cierre del año pasado, 2015 se presenta como el primer ejercicio desde el pinchazo de la burbuja en que se podría producir un crecimiento en el ámbito nacional –si bien, muy moderado– de los precios. “Creemos que 2015 tiene todas las papeletas de convertirse en el año de recuperación inmobiliaria –lo que no quiere decir que los precios vayan a subir como la espuma– en las áreas más reactivas del país. Desgraciadamente, todavía vemos muy problemáticas por su volumen de
stock y pocas perspectivas las otras áreas. Se ve que somos el país de las dos velocidades”, subraya Fernando Rodríguez de Acuña, de la consultora RR de Acuña y Asociados. Es decir, en las zonas donde existe más demanda, como los centros de las principales ciudades y las zonas turísticas con mejores prestaciones, se espera un repunte de los precios o, cuando menos, una estabilización. En las áreas en las que se produjeron mayores excesos inmobiliarios, el ajuste no parece haber encontrado límite. “Seguimos viendo bajadas moderadas. Este año esos descensos pueden estabilizarse y puede que no tengamos a nivel global bajadas, pero lo importante es ver qué sucede en localizaciones específicas”, detalla Manuel Gandarias, director del gabinete de Estudios de Pisos.com.
Son varios los analistas internacionales que anticipan que los precios han alcanzado su punto más bajo durante 2014 y que, de media en toda España, se esperan una subida para el ejercicio recién inaugurado. El FMI, en un informe publicado hace unos días sobre el mercado inmobiliario en Dinamarca, Irlanda, Reino Unido, Países Bajos y España –países que comparten el vínculo de haber padecido, en mayor o menor medida, una burbuja inmobiliaria –“las evaluaciones sugieren
que los precios de la vivienda pueden haber alcanzado o estar a punto de llegar a su suelo”, si bien advierte de que existen diferencias considerables entre cada país y que aún persisten factores que generan incertidumbre. La morosidad y el endeudamiento en el sector privado siguen poniendo entre signos de interrogación cualquier atisbo de avance.
“2015 será un año mejor que el 2014, sobre todo en cuanto a la actividad de construcción de edificios, lo cual repercute directamente en el empleo. Hemos de estar esperanzados, pero también hemos de ser conscientes que los excesos del pasado han sido muy grandes y todavía quedan muchos por de purar (sobreoferta, exposición del sector financiero al préstamos promotor, etcétera), por lo que debemos ser muy prudentes en nuestra visión a corto y medio plazo”, apostilla Julio Gil, presidente de la Fundación de Estudios Inmobiliarios (FEI).
De momento, la mejora de la situación económica permite confiar en que el sector mantendrá la tendencia al alza de ventas y concesión de hipotecas. Entre enero y octubre del año pasado, el promedio mensual de operaciones de compraventa, según el Consejo General del Notariado, se situó en 28.620 operaciones, un 17,3% más que en el mismo periodo del año anterior (24.396). Eduardo Molet, responsable de la inmobiliaria Red de Expertos Inmobiliarios (REI), apunta que inversores locales y extranjeros vuelven a invertir en el ladrillo ante la baja rentabilidad de los depósitos y la deuda pública, y en algunos casos se están comprando pisos al contado.
(ABC. Páginas 48 y 49)