En los últimos años, una de las formas de encontrar oportunidades en la inversión inmobiliaria en Zaragoza que más se ha puesto de moda son las subastas judiciales. El motivo de esta moda es sencillo, hace unos cuantos años se creó el portal de Subastas Electrónicas y desde entonces todas las subastas judiciales (y poco después las tributarias) se desarrollaron a partir de esta web, donde cualquier particular se puede registrar y pujar en una subasta judicial que exista en España.

En qué cambia la creación del portal de Subastas Electrónicas para Zaragoza?

Esta llamada “democratización de las subastas” ha supuesto por un lado que se neutralice en cierto modo la figura del subastero (especialista en subastas, con bastante mala prensa y dudas sobre su actuación), y por otro lado ha permitido dar luz a un proceso que desde siempre se ha entendido como oscuro o poco claro.

Todo ello no quiere decir que las subastas judiciales sean para cualquiera. Los productos que llegan a una subasta judicial lo hacen porque existe un problema judicial que las partes no han sabido o no han podido solucionar por su cuenta (impagos de deudas, divorcios, herencias complejas, concursos de acreedores) por lo que para acceder a las subastas se deben tener una serie de conocimientos que nos permitan al menos saber qué compramos y qué problemas hay que solventar en la compra.

¿Cómo funcionan las subastas judiciales en Zaragoza actualmente?

Se publica el Expediente con la información del proceso y normalmente la información registral, para que los posibles compradores puedan investigar el inmueble, sus cargas y situación física si así lo desean (muy recomendable, por otro lado). A partir de ahí, se da un plazo para la finalización de la subasta (veinte días naturales tras la publicación en el portal) y durante ese plazo los interesados deberán registrarse como tal y realizar un depósito de parte de su valoración (normalmente el 5% de la valoración de lo subastado) para poder pujar.
Las pujas pueden hacerse desde el primer momento que uno ha realizado el depósito o también se pueden iniciar los últimos días en los que es posible pujar, y una vez que se termina el plazo, se da un plazo de gracia de una hora por si otra persona quiere subir la puja, y así hasta que nadie puja más y ese es el adjudicatario.

Tras ello, hay que realizar el pago del total, y gestionar con el juzgado los siguientes pasos a dar (inscribir la titularidad a tu nombre y realizar el pago de tributos que corresponden con la compraventa).

Este tipo de adquisiciones no siempre son sencillas o amistosas. No hay que olvidar que como adjudicatario, también adquirimos los problemas previos que tiene el inmueble, por lo que es esencial tener conocimientos legales o bien asesoramiento para no cometer errores que nos cuesten más dinero de lo que vale lo subastado.

Desde Fincas Torrenueva hemos asesorado a clientes interesados en Subastas judiciales en Zaragoza, si cree que necesita tener asesoramiento legal y material para una subasta, puede contactar con nosotros sin problema en el 976204999.